lunes, 21 de noviembre de 2011

20-N: Un castigo merecido

Para interpretar los resultados electorales de ayer debemos olvidarnos de los escaños y mirar los votos. No hay otra forma en un sistema tan injusto para las minorías no nacionalistas, donde mi mi voto vale la cuarta parte que la de un votante de Batasuna.
Lo que podemos ver es no ha habido ningún avance arrollador de la derecha sino un castigo a un partido desleal e incapaz. La ganancia en votos del Partido Popular ha sido discreta mientras que la fuga de votos hacia la abstención y, sobre todo, a partidos pequeños como UPyD o IU ha sido impresionante.

La ley electoral puede haber deformado la voluntad popular pero no pienso votar "útil". El hundimiento del PSOE es merecido después de ocho años desperdiciados en los que se ha hablado mucho de corrupción pero no se ha hecho una sola reforma legal para frenarla; se ha hablado de especulación sin mover un dedo para detenerla; tampoco se ha realizado más reforma laboral que para hacer aquello que nunca se iba a hacer: facilitar el despido. Donde sí se han hecho reformas importantes es respecto a la organización territorial... para deshacer aun más el poder del Estado y la vertebración territorial.

Lo más positivo que puedo sacar de estos ocho años de gobierno son las medidas respecto al tabaco o los accidentes de tráfico. No es suficiente para tanto tiempo. Ocho años desperdiciados que han tenido un final muy justo. Lo realmente injusta es la ley electoral, mantenida con la aprobación de los políticos socialistas, que posiblemente esperen que los votantes volvamos a votar "útil". Desde luego no pienso ceder a ese tácito chantaje.

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